Está dedicada a la divida sabiduría (hagia sophia),fue la obra arquitectónica más grandiosa realizada hasta entonces,Justiniano encargó su construcción a Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto,que la terminaron en solo 5 años, entre 532 y 537.
Su planta es de cruz griega inscrita en un rectángulo,pero si se observa con atención se puede comprobar que en realidad deriva de la planta basilical de tres naves,de las cuales la central es más ancha y más alta que las laterales y culmina en un ábside en la cabecera.
El elemento predominante de todo el edificio es su grandiosa cúpula central,de 31 metros de diámetro y 55 de altura,que parece flotar sobre los cuarenta ventanales que horadan su base,
Su enorme peso se distribuye de la siguiente manera:
-Una parte recae directamente sobre cuatro grandes arcos de medio punto,que se apoyan en otros tantos grandes pilares de sección rectangular.la transición del perímetro circular al cuadrado se realiza mediante pechinas.
-El resto se desvía hacia el exterior:por el este y el oeste,sobre semicúpulas de igual diámetro que la cúpula central,que descargan en sendas parejas de exedras;por el norte y el sur,sobre dos parejas de grandes contrafuertes que se elevan por encima de las naves laterales.
Mediante este complejo sistema de distribución de empujes,se consigue crear un espacio central amplio y ligero,que destaca sobre las demás partes del edificio en dos sentidos: visualmente,porque está sobreiluminado por las cuarenta ventanas de la parte inferior de la cúpula; simbólicamente,porque el cuadrado de la base se asciende al circulo de la cúpula,formas geométricas asociadas,respectivamente,a la tierra y el cielo,que se funden así en un ámbito único,transcendental y místico.
El exterior ofrece el mismo aspecto macizo y desnudo que la arquitectura paleocristiana.Carece,por tanto,de correspondencia con la ligereza y el lujo del interior.
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