Para esos casos en los que la persona es consciente de que no puede evitar caer en la tentación, lo mejor es tomar precauciones previas. Algo así como poner la venda antes de la herida, tal como ejemplifica el encuentro de Ulises y las sirenas.
Ulises y las Sirenas.
Las sirenas vivían en unas islas del Mediterráneo y su canto resultaba tan embriagador y fatalmente hermoso que los marineros, embrujados, ponían rumbo a la isla y se estrellaban contra los arrecifes. Ulises quería escuchar la melodía letal pero sabía que podía resultar mortal por ello lo preparó todo para que en ningún caso pudiera perecer. Pidió a sus marineros que se pusieran tapones de cera y que a él lo ataran a un mástil. Al escuchar el canto, Ulises pidió a gritos que lo desataran, pero afortunadamente ningún marinero podía obedecer sus órdenes ya que no le escuchaban.
He publicado este mito ya que bajo mi punto de vista, es interesante y además se puede llegar a la conclusión de que a veces no podemos evitar caer en ciertas "tentaciones", por lo que el ejemplo de Ulises podría aplicarse a todo aquel que ha sufrido alguna adicción, a pesar de saber que ésta puede llegar a ser destructiva.
Patry,Judith y yo hicimos una traducción de este mito en griego.¿Os acordáis?
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