La historia de dos amigos

No os voy a empezar diciendo ni el lugar, ni erase una vez... Un chico de 15 años, protagonista principal de esta historia, conoce en una reunión de amigos a un chico que tiene una vida muy parecida a la suya, tiene un año menos que él, mantiene una estrecha y cierta relación con este chaval y deciden verse aparte de los días de reunión. De manera que van pasando los días van teniendo más cosas en común de la que ellos pensaban y van cambiando opiniones. Suelen quedar en casa de uno o de otro o para jugar partidos. No pasó mucho tiempo cuando el amigo empezó a salir con una chica de la reunión, desde entonces ya no quedaban tanto pero no le preocupo porque seguía teniendo noticias de su amigo y ellos habían hablado de que nunca se iban a separar su amistad por una chica. En el verano de 1994 Rafael (el protagonista) esta veraneando en una playa cerca de su cuidad, en esa playa siempre se encuentra a una chica que no pasa desapercibida para él y un día casi a final del mes, decide presentarse ya que ella no se atreve y no para de hacerse la encontradiza, él muy vergonzoso se presenta:
-"Buenos días, no he podido dejar que pase más el tiempo y he decidido acercarme". Ella se sonroja y con una risa muy tímida dice:
-"¿Qué pasa? Me llamo Laura", ellos deciden hacer un pequeño paseo ante las miradas arcaguetas de sus familiares.El le dice que es de la cuidad y que acaba de terminar 4º E.S.O, mientras que ella le cuenta que no es de la cuidad sino que veranea con unos tíos, y pasado mañana marcha a su cuidad porque acaba el alquiler.
-"¡¡Ahh!!, pero... ¿vendrás mañana verdad? Le dice Rafa con un tono sorprendido.
-"Pues la verdad es que no lo sé, tengo que hacer las maletas y ayudar a mis tíos a recoger el piso, no se si podre bajar a la playa, pero la verdad es que me encantaría, si puedo bajaré, ¿vale?"
-"Si, si intenta hacer lo más rápido que puedas las maletas y aunque no sea la hora normal, baja para poder despedirnos, ¿no?"
-"¡Ahh! Mira que tarde es, mis tíos tienen que estar muy preocupados le dije que no tardaría en dar un paseo y llevamos treinta minutos andando hacia el lado contrario, vamos a volver, venga!!
Ante la cantidad de personas que hay en la playa no pueden ir más deprisa y se despiden en la primera sombrilla que era la de él,
-"Bueno mañana, ¿intenta bajar vale?"
-"Si si lo intentare" responde entre nervios y taquicardias.