viernes, 12 de febrero de 2010

María Magdalena penitente.




El anciano Donatello regresó a Florencia en 1453, después de estar diez años en Padua. Se apartó de las corrientes dominantes de la época y las obras que realizó en su última etapa son de un profundo dramatismo que no estaba del todo ausente en algunas de sus producciones anteriores, aunque ninguna había alcanzado ese grado de intensidad.
Entre ellas destaca su María Magdalena, destinada al Baptisterio de Florencia (hacia 1454).
En madera policromada, cuya expresividad desgarrada y patética se aparta del ideal de belleza equilibrada y serena del Renacimiento, pero denota la vigorosa personalidad artística de un auténtico genio que no duda en caminar en solitario.
Donatello se inspiró en la La leyenda dorada de Jacobo de Vorágine, donde narra el retiro de María Magdalena, para conseguir la redención de sus pecados. Peregrinó e hizo vida de ermitaña, se cree en la parte meridional de Francia.

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