miércoles, 17 de febrero de 2010

Desde mi cielo, de Alice Sebold

Desde mi cielo es un libro que trata sobre una niña de 14 años llamada Susie Salmon a la cual han matado. Fue violada, asesinada y descuartizada en un campo de trigo cuando volvía del colegio una gélida tarde de invierno.
A sus 14 años, era una joven como tantas, que soñaba con ir a la universidad, conocer chicos, vestirse a la moda y ser actriz o fotógrafa. Pero ella ya no está entre nosotros para contarnos sus planes, sus ansias de futuro... o quizá sí. Desde el atalaya de su cielo, en el que ahora habita, eternamente, Susie observa la vida en la tierra de aquellos a quienes una mente desequilibrada dejó huérfanos de su presencia.
Desde le espacio celeste donde puede concretar todos sus sueños de adolescente, Susie relata minuciosamente la brutal preparación y ejecución de su asesinato, cometido por un vecino del lugar. Una narración fría y distante de un acto perverso, en la que Susie intercala sus ingenuas y curiosas experiencias en el cielo. La realidad terrenal más atroz y cielo. La realidad terrenal más atroz y perturbadora, junto con la fantasía de un mundo donde el muerto puede al fin realizar todos sus anhelos. Excepto uno: volver a la Tierra, junto a los suyos. A Susie tan sólo le resta dedicarse a observar, cuidar e intentar intervenir en la vida de aquellos a quienes dejó atrás: su obstinado padre, que no descansará hasta saber qué le ocurrió; su madre, que se aisla de todo y de todos; y su hermanos, que lucharán por sobrevivir al vacío y reconstruir sus vidas. Desde su cielo, Susie debe aprender a resignarse, dejar vivir a los vivos y continuar su derrotero.
Aquí os dejo un tráiler de la película basada en este libro:

viernes, 12 de febrero de 2010

Ángeles y Demonios


Robert Langdon (Tom Hanks) descubre la prueba de la reaparición de una antigua hermandad secreta conocida como los Illuminati: la más poderosa organización secreta en la historia, que a su vez también se enfrenta a una amenaza que hace que peligre su existencia: la Iglesia Católica. Cuando Langdon se entera de que los Illuminati conspiran en contra de la Iglesia intentando detonar una bomba de antimateria, él se dirige a Roma, donde une fuerzas con Vittoria Vetra (Ayelet Zurer), una bella y enigmática científica italiana.

Se embarcan en un viaje sin descanso a lo largo de un solo día, repleto de acción a través de criptas selladas, peligrosas catacumbas, catedrales desiertas y hasta el corazón de la más secreta bóveda en la tierra. Langdon y Vetra seguirán pistas de 400 años de antigüedad que marcan al Vaticano como la única esperanza de supervivencia.

Esta película está adaptada a un libro de Brown y personalmente me gustó mucho porque además de su argumento en la película se ve mucha arquitectura,escultura y pintura en Italia.

María Magdalena penitente.




El anciano Donatello regresó a Florencia en 1453, después de estar diez años en Padua. Se apartó de las corrientes dominantes de la época y las obras que realizó en su última etapa son de un profundo dramatismo que no estaba del todo ausente en algunas de sus producciones anteriores, aunque ninguna había alcanzado ese grado de intensidad.
Entre ellas destaca su María Magdalena, destinada al Baptisterio de Florencia (hacia 1454).
En madera policromada, cuya expresividad desgarrada y patética se aparta del ideal de belleza equilibrada y serena del Renacimiento, pero denota la vigorosa personalidad artística de un auténtico genio que no duda en caminar en solitario.
Donatello se inspiró en la La leyenda dorada de Jacobo de Vorágine, donde narra el retiro de María Magdalena, para conseguir la redención de sus pecados. Peregrinó e hizo vida de ermitaña, se cree en la parte meridional de Francia.

viernes, 5 de febrero de 2010

El lavatorio



El Lavatorio es un cuadro del pintor italiano Tintoretto, considerado una de sus obras más importantes.
Está realizado con la técnica de óleo sobre lienzo. Mide 210cm de alto y 127cm de ancho.
Fue pintado en 1548-1549, se encuentra actualmente expuesto en el Museo del Prado de Madrid,España.
Se representa aquí una escena narrada por el Evangelio de Juan, en la que se narra cómo durante la Última cena, Jesús se levantó de la mesa quitándose el mantoy atándose una toalla a la cintura. Después de echar agua en un recipiente, se puso a lavar los pies a sus discípulos. Simón Pedro pretendió negarse, pero al insistir Jesús que, de otro modo, no podría tener parte con él, accedió a que le lavase los pies, e incluso las manos y la cabeza.
El artista representa el episodio antedicho con Cristo y san Pedro en un extremo de la composición. La mayor parte del lienzo está ocupado por la estancia donde se desarrolla la Última Cena, con la mesa y los discípulos en torno a ella. En el centro destaca un perro, y detrás los apóstoles descalzándose.
En un segundo plano se relata un milagro de San Marcos narrado por Jacobo de la Vorágine en su Leyenda dorada. El extremo de la izquierda está dominado por otro apóstol que se está desatando el calzado, cuya esculturalidad se asemeja a las poderosas anatomías de Miguel Ángel. En realidad, el tipo de composición, en la que el espisodio principal está desplazado a un lado del cuadro, se explica por su emplazamiento original, pues los creyentes verían más cerca precisamente la parte donde estaba Jesús. En el fondo de este lado izquierdo se ven arquitecturas clásicas de una ciudad que recuerda a Venecia, con una barquichuela entre canales, en azules y blancos bañados por una luz fría, lo que da un aire un tanto irreal.
Esta obra decoraba el prebisterio de la iglesia de San Marcuola en Venecia.
Perteneció a Carlos I de Inglaterra. Fue adquirido en la almoneda de sus bienes celebrada tras su ejecución por don Luis de Haro, que se la regaló a Felipe IV. Estuvo en la sacristía del Real Monasterio de El Escorial hasta que en 1939 se llevó al Museo del prado.

La Piedad del Vaticano


La Piedad del Vaticano fue realizada en mármol por Miguel Ángel entre 1498 y 1499. Sus dimensiones son 174 por 195 cm. Se encuentra en la Basílica de San Pedro del Vaticano.

Obra de bulto redondo, se puede ver desde todos los ángulos aunque el punto de vista preferente es el frontal.


Una Virgen joven, bella y piadosa cuyas vestiduras se expanden con numerosos pliegues, sostiene al Hijo muerto y que, intencio
nadamente, aparenta mayor edad que la Madre, en una composición triangular sosegada y llena de ternura. La juventud de la Virgen es muestra del idealismo renacentista: se trata de representar el ideal de belleza y juventud, una Virgen eternamente joven y bella.

En esta escultura predominan las armonías de contraste. Hay tres:
  • Primera armonía: Los ejes del cuerpo de Jesús (líneas quebradas) se contraponen a los pliegues curvilíneos y angulados de los vestidos de la Virgen María.
  • Segunda armonía: El brazo derecho de Jesús cae inerte. Éste se contrapone al brazo izquierdo de la Virgen, que esta lleno de vida y conmiseración
  • Tercera armonía: Los pliegues de la Virgen con oquedades forman contrastes de claroscuro. Estos se contraponen a las superficies claras y lisas del cuerpo de Jesús, expresados en "sfumato".
El 21 de Mayo de 1972 la imagen sufrió un brutal atentado cuando un perturbado golpeó el rostro de la Virgen con un martillo, motivo por el que hubo de ser restaurada y luego protegida con medidas de seguridad.

El tributo de la moneda.Masaccio(1401-1428)


El tributo de la moneda pertenece a un ciclo de frescos sobre la vida de San Pedro, que decora los muros de la capilla Brancacci en la iglesia de Santa María del Carmine(Florencia).
En el conjunto participaron varios pintores desde 1424.Siguiendo el evangelio de San Mateo, representa el momento en que Jesús y sus discípulos llegan a Cafarnaúm y deben pagar un tributo para entrar.El mosaico ilustra en la misma escena tres episodios distintos:en el centro,Cristo le indica a San Pedro que vaya al mar, eche el anzuelo y en la boca del primer pez que capture hallará una moneda: al fondo a la izquierda,San pedro está cogiendo la moneda de la boca del pez; y a la derecha,se la está entregando al recaudador.
En sus figuras Masaccio entronca con la grandiosidad de Giotto,pero le supera en la utilización de la luz como creadora de volumen y corporeidad.Todas ellas mantienen una posición de contrapposto y se relacionan entre sí con absoluta naturalidad por gestos y miradas.
Además,Masaccio fue el primero en conseguir una correcta representación del espacio,según las leyes de la perspectiva lineal.El punto de fuga en esta composición está en la cabeza de Cristo, por lo que las líneas de fuga contribuyen a destacar su importancia al apuntar hacia él.

El rapto de las sabinas


El rapto de las sabinas es un episodio mitológico que describe el secuestro de mujeres de la tribu de los sabinos por los fundadores de Roma.

Según la leyenda, en la Roma de los primeros tiempos había muy pocas mujeres. Para solucionar esto, Rómulo, rey y fundador, organizó unas pruebas deportivas en honor a Neptuno, a las que invitó a los pueblos vecinos. Acudieron varios de ellos, pero los de una población, la Sabinia, eran especialmente voluntariosos y fueron a Roma con sus mujeres e hijos y precedidos por su rey.

Comenzó el espectáculo y, a una señal, cada romano raptó a una mujer, y luego echaron a los hombres. Los romanos intentaron convencer a las mujeres de que sólo lo hicieron porque querían que fuesen sus esposas, y que ellas no podían menos que sentirse orgullosas de pasar a formar parte de un pueblo que había sido elegido por los dioses. Las sabinas pusieron un requisito a la hora de contraer matrimonio: en el hogar, ellas sólo se ocuparían del telar, sin verse obligadas a realizar otros trabajos domésticos, y se erigirían como las que gobernaban en la casa.

Años más tarde, los sabinos, enfadados por el doble ultraje de traición y de rapto de sus mujeres, atacaron a los romanos, a los que fueron acorralando en el Capitolio. Para lograr penetrar en esta zona, contaron con la traición de una romana, Tarpeya, quien les franqueó la entrada a cambio de aquello que llevasen en los brazos, refiriéndose a los brazaletes. Viendo con desprecio la traición de la romana a su propio pueblo, aceptaron el trato, pero, en lugar de darle joyas, la mataron aplastándola con sus pesados escudos. La zona donde, según la leyenda, tuvo lugar tal asesinato, recibió el nombre de Roca Tarpeya, desde la que se arrojaba a los convictos de traición.
Cuando se iban a enfrentar en lo que parecía ser la batalla final, las sabinas se interpusieron entre ambos ejércitos combatientes para que dejasen de matarse porque, razonaron, si ganaban los romanos, perdían a sus padres y hermanos, y si ganaban los sabinos, perdían a sus maridos e hijos. Las sabinas lograron hacerlos entrar en razón y finalmente se celebró un banquete para festejar la reconciliación. El rey de Sabinia Tito Tácio y Rómulo formaron una diarquía en Roma hasta la muerte de Tácio. El libro "El ocho" hace referencia a esta pintura de forma tacita, donde explica la supuesta elaboración del cuadro por el artista retratando en ella a las dos protagonistas Mireille y Valentine.

jueves, 4 de febrero de 2010

La anunciación, convento de San Marcos (Florencia)


La anunciación, es una de las anunciaciones realizadas por el pintor italiano Fra Angélico. Está realizado al fresco, y fue pintado entre 1437 y 1446 para el Convento de San Marcos en Florencia, actualmente convertido en Museo Nacional de San Marcos.

Aunque, Fra Angélico realizó otras versiones de la anunciación (como La Anunciación, que se encuentra en el Museo del Prado), se considera este fresco de Florencia "la versión más emotiva del Angélico, por su íntima y desnuda unción".

La anunciación presenta una escena sencilla, pero no por su simplicidad carece de belleza.

El tono suave de los colores, la delicadeza de los rostros santos, y sobre todo la inmovilidad de los cuerpos, invita a la quietud. A pesar de esto los cuerpos no parecen rígidos y destilan serenidad. Las figuras son bastante planas, aunque la caída de los paños es detallada y crea volumen, y los perfiles se destacan sobre un fondo neutro (característica típicamente medieval) gracias a los nimbos dorados.

Emplea novedades como la perspectiva al incluir elementos arquitectónicos en sus imágenes, sin embargo aparecen vistos desde arriba como en la Edad Media. Supone una renuncia deliberada a cualquier demostracion de modernidad, a pesar de que dominara tales técnicas. Toda una lección de humildad.